Hecho de menos el ballet, y por eso, sería genial que el curso que viene econtrara una mini academia para aficionados en Graz, Austria -donde viviré de Septiembre a Febrero- para poder seguir practicando este arte. Austria es considerado uno de los paises en los que el ballet y lo clásico en general se vive con más intensidad y devoción, y por eso me encantaría poder decir que he podido vivirlo en primera persona. Espero que los eventos culturales y la que parece que va a ser una increible etapa en mi vida, no me dejen en números rojos.
Empieza la cuenta atrás.
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